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  EXPOSICIÓN DEL 4 DE SEPTIEMBRE AL 15 DE DICIEMBRE  

RUBÉN FUENTES

[Ciudad Guzmán, Jalisco, 15 de febrero de 1923 – Ciudad de México, 5 de febrero de 2022]

La bikina

Solitaria camina la bikina
y la gente se pone a murmurar,
dicen que tiene una pena,
dicen que tiene una pena que la hace llorar.

El mariachi de México ha desplegado sus sonidos más brillantes y los acordes más sonoros para tocar la música de Rubén Fuentes. Desde que llegó a la capital, en 1944, proveniente de su natal Ciudad Guzmán, Jalisco, para incorporarse al Mariachi Vargas de Tecalitlán, su talento y su disciplina lograron que la música mexicana alcanzara una categoría que no había alcanzado hasta entonces. Eran los tiempos en que la trompeta apenas se había integrado a la dotación del mariachi. Los músicos tocaban de oído, y no estaban tan acostumbrados a la disciplina que necesitaba una agrupación cada vez con más prestigio.

Acostumbrado a la disciplina, gracias a que sus padres –Agustín Fuentes y Tommy Gasson– le habían dado una notable educación musical, Rubén Fuentes se dio a la tarea de profesionalizar el mariachi. No solo logró que los músicos del Vargas de Tecalitlán aprendieran a leer música y a mejorar su técnica, sino que fue más allá y se dedicó a experimentar con los sonidos y los arreglos de la música mexicana. Su conocimiento de los instrumentos y de las capacidades sonoras del mariachi hicieron posible que integrara nuevos instrumentos hasta darle la categoría de Mariachi Sinfónico.

Como compositor y arreglista es fundamental para nuestra música. Naturalmente, La bikina; La verdolaga, Ni por favor y Cien años (las tres en coautoría con Alberto Cervantes); Ruega por nosotros, Escándalo y La noche y tú (colaboraciones con Rafael Cárdenas); Muñeco de cuerda y Qué bonita es mi tierra (en mancuerna con Mario Molina Montes); Tiempo (con Renato Leduc), y Sabes una cosa (con Manuel Lozano Gallo), entre sus más de cuatrocientas composiciones, son piezas selectas del repertorio mexicano. Prácticamente no hay cantante que no incluya sus canciones en su repertorio, comenzando por Pedro Infante, Miguel Aceves Mejía y Marco Antonio Muñiz, quienes han hecho grabaciones históricas de su música. Sin olvidar a los letristas que han colaborado con él, como Alberto Cervantes, Mario Molina Montes, Renato Leduc, Rafael Cárdenas y Silvestre Vargas. No es exagerado decir que muchas piezas clásicas de la música ranchera han perdurado por años gracias a sus arreglos musicales. La gran mayoría de las interpretaciones de José Alfredo Jiménez, así como muchos de los éxitos de Pedro Vargas, Lucha Villa, Matilde Sánchez La torcacita, Lola Beltrán, Amalia Mendoza y Linda Ronstadt, entre muchos otros.

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A TRAVÉS DE LA DIRECCIÓN DEL CATÁLOGO DE ORO

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