La obra que mayor satisfacción le dio fue Gratia Plena, cuya letra es del inmortal poeta nayarita Amado Nervo, quien se la entregó personalmente para que la musicalizara.

Realizó varias obras en coautoría con otros compositores y autores de la época, como Ricardo El Vate López Méndez, José Antonio Zorrilla Monís, Leopoldo de Samaniego, Felipe Bermejo, Pepe Guízar, Gabriel Luna de la Fuente, entre otros.

Mario Talavera fue uno de los fundadores del Sindicato Mexicano de Autores, Compositores y Editores de Música, en 1939. Como legalmente una organización sindical no podía hacer cobros de derechos de ejecución, más adelante se fundó la Sociedad de Autores y Compositores de Música, el 22 de febrero de 1945; aquí ocupó el puesto de Viceadministrador.

En el año de 1951 la Sociedad se mudó del local que ocupaba en las calles de República del Salvador a Lucerna 34, y en el proceso se eligió un nuevo Consejo, del cual el Maestro Gonzalo Curiel fue Presidente, y el Maestro Mario Talavera, Vicepresidente. Poco tiempo después, Mario fue nombrado Presidente Honorario Vitalicio.

A lo largo de su vida se hizo acreedor a numerosos premios y reconocimientos, de entre los que destacan el diploma de la Feria de Sevilla en 1929, el Disco de Oro en 1957 y el ser distinguido como Hijo Predilecto de San Miguel de Allende, Guanajuato, y de Córdoba, Veracruz, en donde se le puso su nombre a una calle…

Además de que la República de Francia le confirió uno de los reconocimientos más emotivos con las Palmas Académicas, sólo unos días antes de su fallecimiento.