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  EXPOSICIÓN DEL 4 DE SEPTIEMBRE AL 15 DE DICIEMBRE  

JOSÉ ALFREDO JIMÉNEZ

[Dolores Hidalgo, Guanajuato, 19 de enero de 1926 – Ciudad de México, 23 de noviembre de 1973]

El rey

No tengo trono,
ni reina,
ni nadie que me comprenda,
¡pero sigo siendo el rey!

José Alfredo Jiménez dejó un repertorio incomparable en la música mexicana. No hay serenata sin sus canciones, no hay día en que no se graben nuevas versiones de sus canciones. Algunos de sus títulos son verdaderos tatuajes en la memoria colectiva: El rey, Si nos dejan, Ella, El jinete y Amanecí en tus brazos, entre muchas otras. Cada una de ellas ha sido interpretada por las voces más representativas de México, por Chavela Vargas, Lucha Villa, Jorge Negrete, Pedro Infante, Lola Beltrán y Miguel Aceves Mejía, entre muchos otros. Desde 1950, en que Andrés Huesca grabó Yo, prácticamente no ha habido límites para la popularidad de la música de José Alfredo. Con toda razón, Carlos Monsiváis escribió que el autor de Un mundo raro es “una propiedad emocional de una comunidad sin fronteras”.

Aunque guanajuatense de nacimiento, a los diez años ya vive en la Ciudad de México, en la colonia Santa María La Ribera. Antes de dedicarse a la composición trabajó como mesero en La Sirena, un restaurante de comida yucateca. Aficionado al futbol, fue arquero en equipos como el Marte y el Oviedo. Hoy se sabe que en 1947 grabó su primer disco con el trío Los Rebeldes, formado con los hermanos Furrusca y Jorge Ponce. Pero en 1950, Mariano Rivera Conde decide que su música se grabe en los discos Víctor. Ese mismo año, Felipe Valdés Leal lo contrata para grabar discos interpretando su propia música, en discos Columbia. Hay que mencionar que, como intérprete, grabó también canciones de Agustín Lara, Consuelo Velázquez, Chava Flores y Armando Manzanero, entre muchos otros. Es imposible saber cuántas canciones suyas se han usado en radio, cine y televisión. Pero en 1951 ya aparece con una participación en la película Los huéspedes de la Marquesa, de Jaime Salvador. En radio, su música tuvo especial presencia gracias al programa Así es mi tierra, producido por Eulalio Ferrer. Al morir, a los 47 años, deja un repertorio de 236 canciones.

Quizá canciones como Nuestros amigos, Una luna para ti o Cuando juegue el albur no sean tan conocidas como Deja que salga la luna, Las ciudades o El último trago, pero dan una idea de un repertorio de una gran calidad que siempre es motivo de magníficos descubrimientos.

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A TRAVÉS DE LA DIRECCIÓN DEL CATÁLOGO DE ORO

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