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EXPOSICIÓN DEL 4 DE SEPTIEMBRE AL 15 DE DICIEMBRE
FEDERICO CURIEL PICHIRILO
[1917 en Monterrey, Nuevo León- 17 de junio de 1985 en Cuernavaca, Morelos.]
Nana Pancha
Mi nana Pancha le da vuelo a la hilacha
Le gusta la guaracha, la rumba y el danzon
Según sus cuentas, cumplió apenas los treinta
Cuando Maximiliano, llegó aquí a la nación
Federico Curiel Espinosa de los Monteros, también conocido como Pichirilo, nació el 19 de febrero de 1917 en Monterrey, Nuevo León. Fue padre del también autor y productor Francisco Curiel Defossé y de la poeta, escritora, editora y guionista Rosana Curiel Defossé, y abuelo del director de cine Álvaro Curiel de Icaza.
Se trasladó a temprana edad a Guadalajara, Jalisco, en donde desarrolló habilidades para el dibujo, argumento de historietas y composición musical. A finales de la década de los treinta y a instancias de su primo Gonzalo Curiel –quien intuyó su potencial artístico– decidió dejar la carrera de Medicina para mudarse a la Ciudad de México, en donde trabajó como ilustrador en una revista que posteriormente se convirtió en el diario Novedades; como dibujante creó el personaje principal de las historietas de Memín Pinguín.
Estudió teatro con Seki Sano, debutando como actor en 1949 en la cinta No me defiendas compadre (Gilberto Martínez Solares), participando en un total de cuarenta y siete películas, entre ellas La muerte en este jardín (Luis Buñuel, 1956), por la que recibió el Ariel (1958) como Mejor Coestelar Masculino.
También se desempeñó como director –reconocido como uno de los principales del cine de luchadores–, cantante y compositor, faceta en la que escribió canciones para veintiún filmes, de las cuales cerca de ochenta fueron grabadas por reconocidos intérpretes como Lucha Reyes, Pedro Infante, Ignacio López Tarso, Vicente Fernández, Lola Beltrán y María de Lourdes, por mencionar algunos.
Como autor destacan sus temas Nana Pancha, El copetín, Qué vas a hacer sin mí, Partiéndome el alma, Las musiqueras y Pichirilo, que dio origen a su seudónimo, dedicado a su viejo coche y que dio nombre a talleres mecánicos, remolques y camiones, convirtiéndose en sinónimo de buen humor.
A TRAVÉS DE LA DIRECCIÓN DEL CATÁLOGO DE ORO
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